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¡¡¡Mi primo!!!
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¡Qué guay!
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Era muy pequeño.
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Está pintado en 2012.
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Y también tiene muchas pinceladas alborotadas…
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Se ve que por aquella época no tenía mucho tiempo para acabar
bien los cuadros.
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El estilo se parece al anterior, con esos rayajos un poco
alocados.
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El caso es que se distingue bien.
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Pues eso es lo importante.
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Es mi prima de bebé.
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¡Qué ojos tan vivos!
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Y pinceladas muy gruesas…
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Pero ¿os gusta o no?
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Yo veo que la cara está bien pero la mano parece un paquete
de churros.
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Y alrededor de la cabeza tiene muchos rayajos.
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Teneis razón. Yo hice hincapié en la cara y en la viveza de
los ojos. Lo demás me parecía secundario… Y lo dejé como accesorio de lo
realmente importante.
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¿Para qué detallar más si ya se parece?
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Esto no debe ser muy ortodoxo… Pero es mi pintura.
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Sigues con el estilo de grandes fondos de color.
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Y continuando el tema de la creación; éste lo titulé “Y Dios
creó la mujer”.
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Ese rayo que parte del cielo hasta la cabeza de la mujer ¿es
la creación?
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Puede ser una interpretación.
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¿Dónde está este cuadro?
- En la Sociedad recreativa y deportiva “Arenas” de Tudela (Navarra).
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Este cuadro es casi abstracto.
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Como siempre yo intentaba investigar.
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Se ven grandes superficies de color, sin paisaje ni nada.
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Pretendo mezclar tonos diferentes buscando una combinación
agradable a la vista.
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¿Y…?
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Hay un pintor americano llamado Mark Rothko que hacía grandes
cuadros mezclando rectángulos de dos o tres colores sobre un fondo de otro
color.
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¿Y todos los cuadros eran iguales?
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Todos eran distintos porque cada combinación de colores era
diferente.
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Tú has puesto unos dibujos.
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Yo no sé hacer cuadros abstractos, pero viendo la pintura de
este artista me sugirió que poniendo unas figuras pequeñitas y manteniendo las
grandes masas de color podría resultar bonito y transmitir algo.
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¿Cómo se titula?
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Lo llamé “Creación”. Puse animales y personas como centro del
Universo.
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Pues así, sí.
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¿Por qué lo pintas todo azul?
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¿Te gusta?
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No sé. Quizá sí.
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Pues mira, es la fuente vieja de Novallas, que la he pintado
muchas veces.
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¿Y querías experimentar?
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Algo así. Quise realzar el árbol centenario que hay al lado,
el río Queiles y los tres caños de la fuente.
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Y todo es azul…
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Es un color relajante, que te hace disfrutar y te invita a percibir
los elementos que se muestran en el cuadro. Cada persona puede sentir su
particular visión de los colores, las
formas y concebir sensaciones diferentes.
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O sea, ¿que yo también tengo que recrear el cuadro?
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De eso se trata. Que no sea una imagen inerte sino que esté
viva en la imaginación de cada espectador. Así se producirá la mejor
comunicación entre el artista y los que lo ven.
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¿Es Tarazona?
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Este cuadro formaba pareja con el anterior. Como te dije eran
para regalar a una persona que nació en Novallas y luego se fue a vivir a
Tarazona.
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Son todo casas y el Palacio episcopal.
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Es un paisaje identificativo de Tarazona con la torre de la
Magdalena.
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¿En esa iglesia hay un cuadro tuyo?
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Sí, lo doné después de una exposición del colectivo “La
Carpa, creadores de Getafe” que hicimos allí sobre la Magdalena.
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Tiene algo más de sol que el de Novallas.
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Sí…
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¿Es Novallas?
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Desde la fuente vieja.
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Parece que tiene tres partes: el cielo, el campo que está en
primer plano y la franja con el castillo, la iglesia y unos bosquecillos de
árboles.
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Pero es un día gris. No tiene el colorido de otros cuadros
tuyos.
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¿Sabes qué? Era para un regalo a una persona que nació en
Novallas y que no ha vuelto nunca por allí, creo yo.
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¿Qué tiene que ver?
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Pues que los colores que yo pongo, a veces, son un poco
estridentes, buscando más un efecto de asombro o sorpresa que no busca el
realismo.
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Claro, y este querías que fuera lo más realista posible. Ya
entiendo.
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¡Menos mal!...
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¡Qué cuadro más feo!
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Hicimos una exposición sobre la violencia de género y
paseando por las calles de mi barrio oí una discusión en el interior de una
casa. Me sugirió este cuadro.
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Está lleno de letras. Parece un cartel.
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Seguramente lo más interesante es la técnica de óleo
esparcido como una mancha sobre el lienzo.
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Pero queda desastroso.
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Precisamente se trata de rechazar esas conductas en las
personas.
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¿…?
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Esto parece una vidriera, dice Candela.
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Y es una madre con su hijo, dice Jorge.
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Yo lo titulé “La espera”. Porque lo pinté antes de nacer la
primera nieta.
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Y ¿por qué pintaste al niño si no había nacido?
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El arte es así. Puedes imaginarte la escena aunque no esté
delante de tí.
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A mí me gusta la luna y el sol.
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Y también hay una estrella. Ahora entiendo. Se puede pintar
la luna, el sol y las estrellas aunque no se vean todas a la vez.
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Lo que importa es conseguir una combinación de colores
agradable.
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Y en forma de vidriera resaltan más.
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Una mamá con su hijo.
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Esto se llama maternidad.
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La madre está muy morena y el niño muy blanquito.
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Me fijé en una fotografía y efectivamente tenían distinto
tono de piel.
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Los ojos tienen mucha expresividad.
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Me alegro que te gusten. Intenté reflejar la preocupación de
una madre y la responsabilidad de su primer hijo. Lo pinté cuando naciste tú.
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¿Es pintura al óleo?
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Es óleo sobre lienzo.
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No los conozco.
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Y tampoco se ven muy bien.
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Son unos primos tuyos.
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¿Y eso?
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Es una ventana a través de la cual se ve Novallas.
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Ya…
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Es un cuadro nostálgico. Al vivir lejos siempre imagino ver
lo que hay detrás de una ventana.
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¿Y los primos?
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Con su presencia están haciendo real el paisaje que se ve
detrás.
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Esto es una falda del traje de Lagartera.
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Se llama “guardapiés”.
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Quise hacer una copia de las formas y colores que tienen
estos trajes, aunque me resultan muy complejos.
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También dibujaste las medias.
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Son muy coloridas y resaltan muy bien en el conjunto del
traje.
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Y ¿por qué no hiciste el traje completo?
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Quería empezar por pequeños detalles, ya que tiene muchas
figuras geométricas y contraste de colores.
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En verano se suele estar mucho tiempo en el patio.
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Nosotros jugábamos a tirarnos agua con la manguera.
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Este es un patio típico del pueblo. Ellos son unos primos.
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¿También pusiste el caballete delante?
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Estuve un rato con todos ellos en esa posición. Pero es muy
difícil mantenerlos a quietos. Las mujeres decían que tenían que hacer la
comida. Los hombres que ya era hora de ir al aperitivo.
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Y ¿qué pasó?
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Tuve que echar mano de la cámara y hacer una foto. Al final
es lo que siempre se hace.
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Naturalmente, luego pintabas viendo la foto.
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Éste son también retratos.
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¿Quiénes son?
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Tus bisabuelos.
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¿Tenían un huerto en el que plantaban muchas flores?
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La Rambla.
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Y de una foto que yo tenía pinté el cuadro.
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Me gusta.
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A mí también. Porque tiene colorido y mucho jardín
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Yo no sé qué es esto.
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Parece abstracto.
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Este cuadro tiene su miga. Primero está pintado sobre un
trapo viejo que no servía para nada.
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¡Hala!
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Ese trapo lo grapé sobre unas maderas bastante gruesas que
había por el patio. Con lo cual pesa muchísimo.
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Y ¿pintaste encima?
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Una vez que le di cola y lo preparé bien, pinté encima.
Pretendía hacer algo para Navidad, el Nacimiento o algo así. Es como tres
figuras en una.
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No se ve nada.
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Luego hice esos fondos de color, como si fueran rayos. Y así
quedó.
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Otro retrato.
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El tío Pablo.
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Te voy a contar la historia. Fui un día a su casa con pinturas y un
lienzo. Era verano. Él estaba trabajando en el patio de su casa. Como es
vendedor, estaba hablando con clientes y tomando notas.
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¿Con el móvil?
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Yo le insistía en que se estuviera lo más quieto posible para
captar su expresión, pero no me hacía ningún caso, ni me miraba. Así que tuve
que captar el momento de hablar por teléfono pues es lo único que hizo durante
toda la sesión.
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Se está poniendo el traje de Lagartera.
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Y está en el patio.
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Sentada en la pila, al lado de la pared.
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Las medias están bordadas con lanas
de colores. Son de estambre que primero se tejen y después se tintan en rojo.
El bordado va en los laterales.
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Y el traje se llama “de trapillo”.
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Tiene levantado el “guardapies”, enseñando las enaguas.
Suelen llevar tres.
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En la cabeza debería llevar un pañuelo blanco con cenefa.
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Y un moño. Pero es que todavía no ha acabado de vestirse.
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Este traje es muy complicado. Ya preguntaremos a los
especialistas que nos lo expliquen.
