Nº 148

-        ¿Qué es esto?

-        Una procesión.

-        Y ¿qué es una procesión?

-        Está visto que vosotros no habéis vivido estos acontecimientos. Sabéis lo que es una manifestación. Una marcha de ciudadanos para reclamar algún derecho o mostrar que se está a favor de una idea u opinión.

-        Ya.

-        En este caso es también una manifestación de ideas religiosas, sobre todo de la religión católica. Se hace para honrar a un santo, patrón de un pueblo, o para rezar juntos por la calle.

-        Y éste ¿qué santo es?

-        San Marcial, patrón de Novallas. Es uno de los días más grandes del pueblo. Por la mañana todo el mundo va a la misa y luego a la procesión. Y eso es lo que he reflejado en este cuadro.

-        Es bastante realista.

-        Se distingue bien a las personas.

 

Nº 146/147

-        ¿Son dos cuadros?

-        Y muy estrechos y largos.

-        Había comprado un rollo de lienzo y me sobraron unas tiras de unos 30 cms. de ancho por 1,20 metros de alto.

-        Y querías aprovecharlas.

-        Evidentemente no están los tiempos para tirar las cosas. Los monté en sus bastidores y pinté de memoria. ¿Sabeis lo que es?

-        Sí, dos pueblos, dice Jorge.

-        Eso ya se ve, replica Candela. Yo creo que quiere preguntar si los conocemos.

-        Por supuesto. Son mis dos pueblos, el de nacimiento y el de adopción. Idealizados, claro está. ¿Os gustan?

-        Sí. Y ¿dónde están esos cuadros?

-        En New Jersey, USA. Los tuvimos que desmontar y, enrollados, conseguimos meterlos en una maleta.

 

Nº 145

-        La chica de la pamela.

-        Lo pinté con ocasión de una exposición sobre un libro de un gran escritor: El Aleph de Jorge Luis Borges.

-        Veo que para pintar hay que saber hasta de literatura.

-        Claro. Hay que leer mucho y estar al tanto de los movimientos literarios. No en vano pintar es una actividad cultural.

-        ¡Madre! ¿Cuándo seré yo pintora?

-        Seguimos con el cuadro. Había que leer el libro, que es un cuento breve y pintar lo que nos sugiriera. Trata de una relación misteriosa con Beatriz, que tras su muerte le hace reflexionar sobre el microcosmos infinito en la visión de un punto luminoso en el sótano de su casa. Quien ve a través del Aleph, después no puede sorprenderse de nada, porque en un instante lo habrá visto todo. De ahí mi cuadro, la mujer (Beatriz) y el Aleph (círculo luminoso).

-        ¡Habrá que leerlo!

-        Me encanta. Aunque ahora no entiendas algunas cosas, más adelante, cuando seas mayor, te gustará.

 

Nº 144

-        ¿Os acordáis de los murales que pintamos en el pueblo? Pues éste es el penúltimo que hicimos.

-        Está en “Toleíllo”.

-        Con la experiencia de los anteriores en éste se preparó la pared con una capa de cemento para que agarrara bien la pintura y no se destruyera con las lluvias.

-        Representa un río.

-        Es un arroyo que pasa por el barrio donde está el mural. Al lado había un molino que se movía con la fuerza del agua que bajaba por el arroyo.

-        Ahora está seco.

-        Estamos hablando de hace muchísimos años.

-        ¿Lo hicisteis como recuerdo de aquellas tradiciones?

-        Efectivamente.

 

Nº 143

-        ¿Qué es esto?

-        Parece que está tachado con esa cruz roja.

-        Aquí quise experimentar texturas.

-        ¿Qué son texturas?

-        Textura, dice la Wikipedia, hace referencia a la agregación de materiales que se perciben como irregularidades en una superficie. Es decir, los pintores, a veces, nos cansamos de dibujar sobre una superficie plana y pegamos papel, tierra, hojas o cualquier otra objeto con tal de obtener volumen en el lienzo.

-        Pero ¿el contenido?

-        Pues mira, aquí pinté lo que tengo más en la cabeza, que es Novallas.

-        Claro.

-        Y surgió un cuadro misterioso y surrealista. Por una parte está la iglesia y por otra el castillo, sugiriendo los dos poderes de la sociedad.

-        Y ¿la cruz roja?

-        Ese es un elemento que me recordaba al Antiguo Testamento cuando los israelíes iban a salir de Egipto y Dios les mandó hacer una señal en sus casas con la sangre de los corderos de la pascua.

-        ¡Hala qué raro!

-        Pues mira tú por dónde, después de toda la investigación de las texturas, lo llamé “La señal”.

-        Esto es para pensar.

 

Nº 142

-        Jotas en la plaza.

-        En casi todas las fiestas importantes se organizan espectáculos de baile y canto de jotas aragonesas.

-        Al final de las fiestas.

-        Este cuadro lo hice sobre una foto que había conseguido en las fiestas de la Cruz de septiembre.

-        Llama la atención las distintas posturas de joteros y joteras.

-        Bailan muy bien. Y también los que cantan. Practican mucho durante todo el año. Resulta muy emocionante asistir a estas actuaciones.

-        Lo hacen en la misma plaza en la que torean las vaquillas, porque se ve un burladero al fondo.

-        Pues sí, es el centro de las fiestas y allí se concentran conciertos, espectáculos…, y los bares que están al lado.

 

Nº 141

-        ¡Margaritas y amapolas!

-        ¿Dónde te fijaste para pintar esto?

-        Era en primavera. En el patio de casa crecían espontáneamente esas hierbas. Yo me fijaba todos los días y observaba cómo iban creciendo.

-        Pero no son hierbas.

-        Al principio, sí. Luego comenzaron a crecer margaritas pequeñas. Poco a poco se iban haciendo grandes y admitían como compañeras a unas tímidas amapolas.

-        ¿Y te gustó?

-        De tanto fijarme les cogí cariño y en lugar de arrancarlas para limpiar el patio decidí pintarlas para que esa visión, ese recuerdo permaneciera siempre.

-        Pues qué bien.

-        Es un cuadro pequeñito, pero decorativo ¿no?

-        Sí.

 

Nº 140

-        Es un pueblo pero no lo conozco. No nos has llevado nunca ahí.

-        Os cuento. Todos los años, los tíos y nosotros, vamos a una casa rural durante un fin de semana.

-        ¡Qué morro!

-        Y fuisteis a ese pueblo. ¿Cómo se llama?

-        Villalbilla de Gumiel. Está en la provincia de Burgos. Esa es la iglesia, que estaba enfrente de la casa rural.

-        Y ¿te pusiste a pintar en la calle?

-        Saqué mi caballete y en medio de la plaza me puse a pintar.

-        ¿Qué decía la gente?

-        En primer lugar es un pueblo que apenas tiene cien habitantes. No había casi nadie. Alguna persona mayor se colocó detrás de mí y hacía comentarios, como “que está pintando la iglesia”, “qué artista”… y cosas parecidas.

-        ¡Qué guay!

-        Pues lo pinté en una mañana, dos o tres horas. Está a medio acabar. Pero vale así…

 

Nº 139

-        Parece un jardín artificial.

-        Las flores de arriba aparentan ser de papel.

-        Las sillas sí que están bien.

-        Son de jardín, de junco.

-        Bueno, pues os cuento. Esto era una foto del huerto de mi padre, vuestro bisabuelo. El niño es el tío José Enrique.

-        ¡Ah!

-        La foto era en blanco y negro. Yo quise inventarme plantas y flores y hacer algo más teatral. Las sillas son muy decorativas y surgió este cuadro.

-        Lo bonito es que respira paz y tranquilidad.

-        ¿Sabeis qué? Desde hace unos años lo llevé a alguna exposición y ya no sé dónde está. Se ha perdido, o mejor, no lo tengo controlado.

-        Pues ¡vaya!

 

Nº 138

-        ¡Qué miedo!

-        ¡El toro de fuego!

-        En Novallas lo llaman el toro de ronda. No sé si es porque lo hacen por la noche o qué.

-        Yo lo vi un año. Le atan una soga a los cuernos, lo inmovilizan en un poste, los mozos se abalanzan sobre él, le ponen los herrajes y encienden las teas.

-        ¡Qué fuerte!

-        Es la emoción de los toros. Hay a quien no le gusta y otros que disfrutan muchísimo. Yo lo pinté como testimonio de lo que se hace en fiestas.

 

Nº 137

-        Muy bonito, dice Candela.

-        Son negras, dice Jorge.

-        ¿Cómo pintaste esto?

-        La Asociación de pintores de Getafe, La Carpa, iba a organizar un encuentro con artistas de Mozambique. Ellos traerían sus obras a exponer aquí y nosotros las llevaríamos allí.

-        ¿Dónde está Mozambique?

-        En el sureste de África.

 

-        ¿Qué pasó?

-        Pues que no se llegó a realizar, pero yo ya había pintado este cuadro.

-        Explícanoslo.

-        Yo traté de estudiar el folclore, las modas y costumbres de ese país y resultó esto.

-        Mucho colorido.

-        Sí, las mujeres allí suelen vestir más o menos así. Descubrí que hay muchos artistas y muy buenos. Como han sufrido muchas guerras, los artistas han hecho esculturas con las armas de los soldados. El más famoso se llama Malangatana y me gustó tanto ese nombre que este cuadro lo titulé así.

 

Nº 136

-        Candela ¿qué te parece este cuadro?

-        Son las fiestas de Novallas, dice Jorge.

-        ¿Reconoceis la calle?

-        Sí, es donde viven los tíos.

-        Ese toro lo has hecho muy grande.

-        Está en primer plano y parece un poco grande, sí.

-        A mí no me gusta que jueguen con los toros.

-        Es bastante peligroso.

-        Es una tradición muy antigua y si quitas los encierros parece que no hay fiestas.

-        Al hombre que está con el pañuelo rojo le puede embestir.

-        Y toda la gente está en los balcones adornados con la bandera de Aragón.

-        Así son las fiestas. Y además éste es otro de los cuadros que está fuera de España, en Colombia.

 

Nº 135

-        Caballos corriendo.

-        Son todos blancos.

-        No, hay uno alazán, que es de color marrón.

-        Y van corriendo sin riendas ni control.

-         Vi una imagen que me gustó. Había dos o tres caballos. Con eso hice esta composición aumentando caballos.

-        ¿Por qué dejas tanto espacio sin nada en la parte superior?

-        Creo que ayuda a dar ambiente y lejanía al cuadro. El espectador puede imaginarse un bosque, una llanura o cualquier otra cosa.

-        Como dijiste otra vez, los que lo ven interactúan con la obra evocando otras figuras.

-        Pues eso.

 

Nº 134

-        Os voy a contar una historia.

-        ¡Qué sea breve!

-        En el año 1134 un señor que se llamaba Fortún Aznarez  y era dueño del pueblo de Novallas, entregó el castillo a la orden de los templarios. Estos monjes militares estuvieron aquí varios siglos gestionando la vida y la economía de sus gentes. Hay pequeños vestigios que los recuerdan como las cruces templarias grabadas en la parte exterior del ábside de la iglesia.

-        Y ¿qué quiere decir este cuadro?

-        En recuerdo a estos monjes medievales se organizó una Feria en la que se representaba la ceremonia de entrega del castillo a los templarios y el rito de ordenación de caballeros. Todo el mundo nos vestíamos con atuendos templarios y desfilábamos por las calles en una fiesta histórica. En conmemoración de eso, pinté este cuadro.

-        Los caballeros recorren los caminos y al fondo, Novallas.