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Os voy a contar una historia.
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¡Qué sea breve!
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En el año 1134 un señor que se
llamaba Fortún Aznarez y era dueño del
pueblo de Novallas, entregó el castillo a la orden de los templarios. Estos
monjes militares estuvieron aquí varios siglos gestionando la vida y la economía
de sus gentes. Hay pequeños vestigios que los recuerdan como las cruces templarias
grabadas en la parte exterior del ábside de la iglesia.
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Y ¿qué quiere decir este cuadro?
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En recuerdo a estos monjes medievales se organizó una Feria
en la que se representaba la ceremonia de entrega del castillo a los templarios
y el rito de ordenación de caballeros. Todo el mundo nos
vestíamos con atuendos templarios y desfilábamos por las calles en una fiesta histórica.
En conmemoración de eso, pinté este cuadro.
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Los caballeros recorren los caminos y al fondo, Novallas.
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