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Otra acuarela.
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¡Bah! Eso está
“chupao”.
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El único mérito
que tiene es haber intentado aproximarme a pétalos de rosas y hojas del rosal.
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Pues yo, en el
cole, hice una vez flores como esas.
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¿Con acuarela?
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No con ceras.
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¿Te quedó bien?
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No sé.
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¿Te gustó?
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A mí sí.
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Pues de eso se
trata, que te guste lo que haces.
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Ya voy distinguiendo. Esto es
acuarela.
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Quise hacer una prueba imitando a
Chagall.
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¿Quién es?
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Marc Chagall fue un pintor judío, amigo de Picasso, pero que tenían una relación de
admiración y a la vez de celos profesionales entre ellos.
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¿Quién pintaba mejor?
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No se pueden comparar. Cada
uno tenía su estilo. Chagall, aparte de sus sentimientos judíos pintaba muchas
fantasías y sueños.
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Por eso tú has pintado esas
dos figuras volando por los aires.
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Algo de eso hay, pero en
acuarela no salen los colores tan vivos. Es una fantasía sobre las casas de
nuestro barrio.
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¿Esa torre?
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Es de la iglesia de la Magdalena de
Tarazona.
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¿Y el bosque de árboles?
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Está cerca del comienzo de la
carretera que sube al Moncayo.
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¿Es un parque?
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Se llama Pradiel. Este cuadro lo
pinté para mi segunda exposición, que hice en Tarazona, en el año 1974.
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Uuuyyy, ¡cuántos años hace ya!
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Eras un poco impresionista.
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Me gustaba, y me sigue gustando, el
impresionismo.
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Sí, pero ahora pintas de otra
manera.
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Vamos evolucionando. Eso no es
malo.
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Es una acuarela.
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En el palmeral de Elche.
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Es bonito los rayos del sol a
través de las palmeras.
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El mismo paisaje, pero con otra
técnica.
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Este es más realista.
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Los árboles del primer plano se ve
que son frutales.
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Y están con más intensidad de
color.
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Porque la perspectiva hace que lo
que está lejos se vea más tenue y más difuso.
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Muy bien Candela. Has entendido lo
de la perspectiva.
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O sea que las casas del fondo son
el castillo de Oropesa.
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A ver si en el próximo me sale a mí
así.
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Todo es cuestión de practicar y
practicar y tener mucha paciencia.
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En verano solíamos ir a una finca
de unos primos a bañarnos en su piscina. Un buen día me llevé unos lienzos y me
puse a pintar lo que se veía.
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Y ¿qué es?
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Oropesa de Toledo.
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Es una pintura un poco rara ¿no?
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Puede ser. Como siempre os digo se
trata de hacer algo original basándose en la realidad.
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¿Qué es lo que hay al fondo en la
montaña?
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Es el castillo o parte de él, que
se veía desde la finca.
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Es bonito el conjunto y los
colores, pero no digas que es un pueblo.
-
¡Mmm!
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Este cuadro se lo quiero dedicar a
Joaquín Carbonell, el cantautor aragonés, recientemente fallecido, amigo de
Labordeta. Parafraseando lo que él decía, es muy fácil ser de Pekín, de
Estambul o de Madrid, más de Novallas no es cualquiera.
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¿Es Novallas?
-
Como yo digo, es otra forma de
verlo, otra versión.
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Es inquietante ese círculo rojo del
cielo. Parece un platillo volante.
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¿Sabes que Novallas ganó un
concurso con el nombre más inquietante?
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Pues a mí no me inquieta.
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Y el cielo verde ¿qué os parece?
-
No queda mal porque en todo el
cuadro predomina ese color. Pero claro, no tiene nada de realidad.
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Lo pinté con espátula. De ahí ese
aspecto de relieve en los trazos.
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Las casas parecen sacadas de un
belén.
-
Este cuadro tiene como pegotes.
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Cuando echas en el pincel mucha
pintura de óleo queda así. ¿Te gusta?
-
No sé. Sí que se ve que es un día
de mucho sol. Por las sombras tan pronunciadas.
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Visto de lejos queda bien, dice
Candela.
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Y la torre siempre protagonista en
los cuadros del pueblo.
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Es que, mires por donde mires,
siempre se ve al fondo de cada calle.
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En los tiempos pasados todos los
pueblos querían tener su torre de la iglesia. Y competían con los más cercanos
a ver quién la construía más alta.
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Pues vaya.
-
Hoy día, como se viaja tanto, a la
gente le interesan menos estas competiciones. Saben que hay ciudades que tienen
unas catedrales magníficas y muy grandes. Pero ese es el legado que nos dejaron
nuestros antepasados y estamos orgullosos de ello.
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¿No me digáis que no os gusta esta
playa?
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No está mal.
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¿Habeis visto la diferencia entre
el cielo y el mar?
-
¿Qué?
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El cuadro se divide en dos por una
fila de edificios horizontal.
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Sí.
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La parte superior está formada por
nubes de muchos colores. Y en el centro un sol que se está poniendo, pero que
protagoniza toda la luz del cuadro.
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Abajo el mar.
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A la izquierda la playa iluminada
por el reflejo del sol y a la derecha un mar tranquilo con pequeños movimientos
de olas.
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Parece que me va gustando.
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Pintado sobre arpillera le da tal
multitud de matices y colores que resulta encantador.
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Pues vale.
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Aquí te has ido al abstracto total.
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¿No ves unas naranjas?
-
Sí, pero como si fueran bolas o
pelotas.
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Y un racimo de uvas.
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Ya.
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Quise experimentar con materiales y
pegué hojas de árboles, peladuras de naranjas, tierras, papel, etc.
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¡Vaya chapuza!
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Bueno, algo salió. Y todo sobre un
soporte de arpillera que le da una consistencia muy interesante.
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Yo creo que pegaste hasta cemento.
O yeso.
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Quizás. Ya no recuerdo. Pero ¿no os
parece decorativo?
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¡¡Buuufff!!
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Este es el atrio de la iglesia.
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Sí, donde nos salimos cuando la
misa es muy larga.
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En este lugar estuvo pintando
Sorolla.
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Ya nos lo dijiste.
-
¡Ah! Pues lo vuelvo a repetir.
Sorolla vino a pintar a Lagartera para el mural de la Hispanic Society de Nueva
York, y plantó el caballete delante de este claustro para pintar a varias
personas, vestidas con los trajes típicos.
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Ese mural ¿está en Nueva York?
-
Claro.
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¡Qué pasada!
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¡Cómo te gusta Sorolla!
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Pues sí.
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¿Eso es un carro?
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No he visto en mi vida ese
cacharro.
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Pues no hace mucho, en casi todos
los pueblos había carros como ese que eran transportados por caballos o yeguas
para llevar sacos de trigo, cajas u otros objetos pesados.
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Y ¿no tenían coches?
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Los coches se inventaron hace unos
cien años. Muy poco tiempo si lo comparamos con la historia de la humanidad.
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Cuando pintaste el cuadro ¿estaba
ahí el carro?
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Por supuesto. No sé si lo
utilizaban o más bien lo tenían como objeto decorativo, pero ahí estaba.
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Y la torre vigilando y guardando el
pueblo.
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¿No me dirás también que es una
calle solitaria?
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Pues sí. Se ven casas pero sin
personas. Aunque éste tiene un poco más de color.
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A mí me gusta porque se ve el sol
aunque no se vea.
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¡Mmm!
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Lo que digo es que esas sombras que
hay en medio de la calle recuerdan el sol tan potente de las tardes de verano.
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Y todas las personas están metidas
en sus casas echando la siesta.
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Me parece un cuadro abstracto
surgido de un paisaje realista.
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O sea que me he basado en una calle
que tenía delante de mí para hacer una composición de colores y formas, aunque
nada tengan que ver con la calle.
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¡Sí! Eso es lo que quiero decir.
