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Una mano de niño.
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Siempre me han llamado la atención las manos
infantiles.
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En un dibujo que hiciste a mi madre destacan sobre
todo las manos.
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Y ¿de quién es esa mano? O ¿en quién te inspiraste?
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En tu prima cuando tenía un año.
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¡Qué graciosa es!
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El soporte es muy rugoso.
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Sí, es arpillera, y contrasta con la suavidad de la
mano.
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¿Es grande?
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Mide 50x70 cms. ¿Te gusta?
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Yo creo que sí.
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Otro
abstracto.
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Este
me gusta más.
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Unos
salen mejor que otros.
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Aunque
no haya dibujado nada figurativo la mente del espectador puede imaginarse
objetos, flores, platos…
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Sí,
y ¿qué más?
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Decíamos
que había sido una mujer la primera en pintar cuadros abstractos.
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Pues
bien, a raíz de eso, un pintor, llamado Kandinsky, realizó una acuarela y
comenzó a hablar sobre este arte no figurativo.
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¿Dónde?
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Era
ruso, pero dio clases en la Academia de Bellas Artes de Munich y en la Escuela
de la Bauhaus.
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Así
cualquiera.
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Se le considera precursor y teórico del arte
abstracto.
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Yo aquí no veo nada.
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Y a la derecha hay pegotes de arpillera.
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Dicen que esto es arte moderno.
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A principios del siglo XX, (ya ves que no es tan
moderno) se desarrollaron
distintas técnicas y denominaciones estilísticas: los llamados “ismos”.
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Cubismo, surrealismo, informalismo, etc.
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Esto dió lugar a muchísimos estilos no figurativos.
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Pero ¿sabéis una cosa?
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Dí.
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La
primera artista en crear una obra abstracta fue una mujer, la pintora
sueca Hilma af
Klint.
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¿Qué
pintó esta señora?
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Una
serie llamada Pinturas para el templo en la que aborda la
espiritualidad, la evolución del ser humano y las religiones del mundo. Sus
cuadros eran una representación visual de ideas espirituales.
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Se parece a esa
pintora mexicana cejijunta.
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¡Frida Khalo!
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También este cuadro fue pensado para el día de la
mujer. Lo presenté el mismo año que “Gigi” de Colette.
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Como una mujer reconocida en su arte.
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¿Cómo se te ocurrió pintarlo en azules?
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El azul es un color relajante, sobrio. ¿Recuerdas la
“época azul” de Picasso?
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Pero con esas manchas en las mejillas y esa V en la
frente, no es muy musical que digamos.
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Es que ella, en vida, también llamaba mucho la
atención.
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Has hecho la
figura tan grande que se sale del cuadro.
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Para realzar la
expresión y lo que está haciendo.
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Es un trabajo
artesanal que ya se hace muy poco en España.
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Como ya os
expliqué era muy laborioso. Había que pelar los mimbres, rajarlos y, una vez
hechos tiretas, tejer las distintas partes de sillas, sillones, cestas, etc.
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Se supone que
está trabajando y, con todo, tiene una expresión de alegría y satisfacción.
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Lo hice para la
exposición del día de la mujer, pero al final presenté otro. Éste está en el
museo de Novallas.
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Sí, es un cuadro
de museo. Porque ¿quién va a poner en su casa una trabajadora del mimbre.
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¡Qué bonito!
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Me gustan mucho
los colores.
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¿Quién es?
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Parece una mujer
pero un poco desarropada.
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Os voy a contar
esta historia.
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¿No será un rollo?
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Sabéis que todos
los años participo en la exposición del día de la mujer, 8 de marzo.
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Con La Carpa.
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En 2019 se
planteó pintar sobre mujeres que hubieran destacado en alguna profesión. Yo me
fijé en Colette, una escritora francesa y en su novela “Gigi”, publicada en
1944. En ella, la escritora se retrotrae al París finisecular para retratar la
condición de las mujeres de clase humilde que, para no hundirse en el agua de
la pobreza, debían aferrarse a la tabla de salvación de la prostitución.
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O sea, has
pintado una mujer de la vida.
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¿A que el cuadro
ha quedado guay?
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Después de otra
exposición con el Círculo de Pintores solidarios lo regalé a esta institución.
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¿Y éste?
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Mis incursiones
en la abstracción.
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Pues a mí me
gusta, dice Lorena.
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¿Por qué?
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No sabría
explicarlo, pero tiene una combinación de colores muy bonita.
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Y también las
formas, los trazos negros, dice Candela. Se pueden imaginar flores, la mitad de
un ojo…
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Es algo parecido
a los cuadros de Mondrian.
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Sí, pero ése no
hacía curvas. Solo líneas rectas entrecruzadas.
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Es mejor la
mezcla de rectas y curvas, dice Alberto.
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A mí me da igual,
dice Jorge. Yo sólo veo el amarillo y el rojo. Son mis colores preferidos.
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Este cuadro sí
que respira tranquilidad.
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Sólo aparece el
sol rojo.
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Recuerdo que lo
llevaste a una exposición en Villaviciosa de Odón.
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Te acordarás,
entonces, que todos los cuadros tenían una unidad de estilo.
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Sí, fondos planos
sin paisaje ni nada.
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Este me recuerda
un día que fuimos al lago del Retiro de Madrid.
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Montamos en barca
Alberto y yo, Jorge.
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Y, en otra barca
iban Lorena y Candela.
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El cielo es muy
azul.
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En contraposición
las aguas del lago estás muy claras y calmadas.
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Sólo se perciben
unas pequeñas olas en la sombra de la barca.
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Bien, bien.
Quietud, relajación… sensaciones agradables.
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¿No era eso la
pintura?
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— Van vestidos de
baturros.
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— Yo creo que son
los primos.
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— En Aragón,
sobre todo en Zaragoza se celebra, el 12 de octubre, el día del Pilar.
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— Yo he oido eso,
pero ¿qué es?
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— Cuenta la
tradición que la Virgen se apareció al apóstol Santiago, en un pilar. Y desde
entonces la de Zaragoza se llama la Virgen del Pilar.
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— Y por eso se visten así.
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— Se celebra
todos los años con una ofrenda de flores.
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— Ya. Se ponen
ese traje y llevan las flores a la Virgen.
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— Bonita
tradición. El sol azul, enigmático.
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— ¿Será verdad la
tradición?
- — Yo, aquí veo un pueblo nevado.
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— Y un sol que lo
llena todo.
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— Es bonito ese
rojo fuerte del sol en contraste con el azul del fondo.
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— Por supuesto,
es Novallas.
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— ¿En qué te
basas?
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— En la torre puntiaguda de la iglesia, y en
las dos torres del castillo.
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— Este cuadro lo
llevé a una exposición del Círculo de Pintores Solidarios que se titulaba
“Paisaje rústico y urbano”.
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— Es un paisaje
un poco raro.
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— Pues a mí me gusta, dice Candela.
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Parece don Quijote.
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Va a dar con la lanza en la luna.
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También lo has puesto con fondos planos.
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Quería resaltar un elemento de los
encierros, que son los caballistas.
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Parece que va saltando porque las patas
no tocan las sombras.
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La combinación de colores ¿qué os
parece?
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A mí me gusta el rojo.
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El azul es el color del agua.
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En este caso son los campos al amanecer.
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Bonita imaginación.
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Es una lagarterana.
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Con traje de trapillo.
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Es la misma postura que otro que
pintaste con una niña.
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Me gustó la figura y estaba preparando
la exposición de Villaviciosa de Odón con esos fondos, estilo Rothko, y lo
incorporé a esa colección.
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Puede que me
guste.
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Algunos cuadros
quedan bien. A mí me gustaría más con los soportales de la plaza detrás.
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Pero hay que
investigar también ¿no?
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A Jorge le da
igual, pero Candela se queda dudando.
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Este cuadro sí que lo pintaste en la
plaza.
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Efectivamente. Con él participé en el
concurso de pintura.
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¿Ganaste?
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No; ese año no obtuve ningún premio.
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Es una persona mayor y una niña.
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También la niñas tienen traje de
trapillo.
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Desde muy pequeñas aprenden a coser y a
valorar los bordados tradicionales de Lagartera.
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Están en la plaza, frente a los
soportales, en los que hay reproducidos varios cuadros del pintor lagarterano,
Marcial Moreno Pascual.
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Lagarteranas.
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A mí me gusta Lagartera.
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Porque se vive muy bien en los pueblos.
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Hay un día en el que conmemoran uno de
los trajes de lagarteranas. Se llama “traje de trapillo”.
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Hay más.
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Sí. Otro día los veremos.
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Sobre todo mujeres y chicas se visten
con este traje y recorren las calles del pueblo.
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Hay un concurso de pintura, un festival
de bailes y representaciones teatrales. Un día para festejar esta artesanía
milenaria.
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Y tú pintaste ese cuadro.
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Con éste no participé en el concurso,
pero lo pinté después rememorando ese día.
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Son tres lagarteranas delante de los
soportales de la plaza.
