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Está haciendo un sillón de mimbre.
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Es el tío Enrique.
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Pero sería cuando era más joven.
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Sabéis que el yayo Jesús, vuestro bisabuelo, tenía
un taller de cestería.
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Hacían sillas, sillones, cestas y otros artículos de
mimbre.
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El taller estaba enfrente de la iglesia, y los
curas, al salir de misa, entraban a hablar con los trabajadores. Eso le gustaba
al yayo.
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¿Cómo son tan grises las paredes?
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Era un sótano de la casa, una especie de cueva, pero
yo lo he acentuado en el cuadro para resaltar la laboriosidad de ese trabajo.
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Aunque no están perfectamente dibujadas las mimbres
se aprecian muy bien.
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Como digo, me gusta más el efecto visual, conseguido
con pinceladas sueltas, que el acabado hiperrealista.
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Pues vale…
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