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Con
este cuadro comenzamos una serie sobre los trabajos de cestería que se hacían
en el taller de vuestro bisabuelo.
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Lo
que está apoyado en la pared son fajos de mimbre.
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Cuando
éramos pequeños se llamaba “la” mimbre, en femenino. Hoy día se dice “el”
mimbre. Es válido su uso en ambos géneros, con predominio del masculino.
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¿Qué
hace el trabajador del cuadro?
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Está
pelando los mimbres.
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¿Cómo?
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Primero
se cuecen en esa gran caldera que está al fondo, con agua muy caliente. Cuando
esas varitas flexibles están blandas, se pasa una a una por ese artilugio
similar a una pinza que aprieta la piel y se despoja de ésta.
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Y
ya se puede trabajar.
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Sí.
Mañana veremos el siguiente proceso.
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Mira lo que dice Wikipedia: “Desde la Edad Media y hasta el siglo
XVIII se mantuvo la destreza en la cestería utilizando mimbre. Al comenzar
el siglo XX el cultivo se desarrolló nuevamente con fuerza en toda Europa.
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