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¿Qué has hecho?
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¡Está ardiendo!
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¡Y es Novallas!
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¿Qué te ha pasado por la cabeza?
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¡No alarmarse! Es simplemente un cuadro.
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Pero evoca muchos horrores.
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Un día, o mejor una noche, me desperté sobresaltado
porque había soñado eso. Al levantarme hice unos pocos bocetos y posteriormente
pinté el cuadro.
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Dicen que si pintas un sueño no llega a producirse.
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Más vale.
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El caso es que, como cuadro, te quedó chulo.
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En una exposición que hice todo el mundo se fijaba
en él. Esto de pintar sueños pertenece al mundo onírico y era la base de muchos
pintores surrealistas.
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